domingo, 22 de febrero de 2009

De medios y fines


¿Es posible construir fines que sean socialmente compartidos? ¿El fin justifica los medios? ¿Un medio puede convertirse en fin? Estas son algunas preguntas con las que pretendemos acercarnos a nuestra política local. En el primer caso se busca matizar fines compartidos buscando hacer espacio a intereses particulares. En el caso del segundo justificar los resultados y metas (fines) a cualquier costo (medios). Finalmente, concentrarse en los medios hasta hacer de ellos un fin, buscando convertir en meta aquello que es esencialmente un instrumento.

Desde esta lógica de medios y fines pretendemos acercarnos a tres hechos que hemos podido observar en nuestra política local y nacional. Revisaremos, a nivel local, la aún reciente disputa entre transportistas y la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA). A nivel nacional, nos detendremos en el desalojo del bosque de Pomac, con el costo de vidas que ya todos conocemos. Como tercer hecho nos detendremos en las nuevas revelaciones sobre el tráfico de interceptaciones telefónicas que viene saliendo a la luz. Observemos, en cada uno de ellos, como medios y fines pasan de un lugar a otro según las necesidades, no siempre éticas, de los protagonistas.

Hace poco más de dos semanas la ciudad parecía detener su marcha por una huelga del transporte público que buscaba expresar su rechazo frente a una ordenanza municipal que consideraban injusta. El dinamismo de la ciudad, que parecía detenerse frente a esta medida, encontró salidas creativas que permitieron reconocer a los transportistas que la contundencia de su medida era inversamente proporcional a su legimitidad. Pocos días después y ante la impopularidad de la paralización, nuevamente volvieron a sus labores cotidianas. Sin embargo, todos los actores involucrados (MPA, usuarios y transportistas) en este hecho ¿comparten los mismos fines? ¿Tienen las mismas búsquedas? Naturalmente, están presentes los intereses particulares de uno y otro, pero, ¿Cuan dispuestos están a renunciar total o parcialmente a ellos en búsqueda de lograr un fin compartido? Un mejor servicio de transporte público podría ser el norte al cual dirigirse, no obstante, ¿de que medios disponen para llegar a él y cuan dispuestos están a gestionarlos?

Nuestro segundo caso parece graficar como el valor de los recursos puede relativizarse en aras de conseguir una meta. Un grupo de personas invaden terrenos pertenecientes al Estado. Después de muchos años y de promesas de reubicación incumplidas, se procede con orden judicial en mano al desalojo y recuperación de esta zona de bosque seco. El saldo de la operación durante su primer día da cuenta de 3 efectivos policiales fallecidos y varios heridos de uno y otro lado, sin llegar a cumplirse la meta plenamente. Es durante el segundo día que se recuperan los terrenos ocupados finalmente. Frente a la avalancha de críticas y cuestionamientos a la efectividad de la operación policial, las autoridades no dudan en afirmar el éxito de la operación expresada en la recuperación del terreno, justificando, de algún modo, el precio pagado. El hombre se convierte en medio disponible para alcanzar los fines necesarios, dejando de lado su dignidad. De allí no es extraño el reclamo incesante de los policías sobre sus propios “derechos humanos” de los que se sienten despojados. Si la sociedad me ha encargado la tarea de defender sus derechos, pero llegado el momento no defiende los míos, como puedo comprometerme en esta tarea si puedo intuir el pago que voy a recibir.

Finalmente, nuevas revelaciones se han realizado respecto al tráfico de interceptaciones telefónicas. Se ha descubierto quienes la realizaron (Business Track SAC) pero aun se desconoce quienes pagaron por este servicio. Sin embargo, el debate parece haberse desviado de la corrupción de los ‘petroaudios’ (punta del iceberg únicamente) al derecho a la privacidad de las comunicaciones. Me valdré de una figura para representar en que medida podemos convertir un medio en un fin: Si una persona durante el asalto mata a dos personas, en que deberían concentrar sus energías los policías: ¿En encontrar al homicida o en buscar el arma que acabo con la vida de las personas? Sin duda el arma puede ser una pista (medio) pero la meta es sin duda encontrar al asesino. Al parecer, en el caso de nuestra política, toda la atención esta dirigida y se ha detenido en el arma, el medio, esta vez convertido en fin.

Estos tres casos parecen tener en común una visión particularizada de medios y fines, dependiendo de las circunstancias y de los actores. En algunos casos perdiéndolos de vista buscando atender intereses particulares, en otros justificándolos a cualquier precio y finalmente relativizándolos hasta convertir en fin (‘el chuponeo’) algo que era básicamente un medio. Una de las conquistas más preciadas de la modernidad son las ideas de libertad, de individualidad y de dignidad de todo ser humano. Sin embargo, el peligro es relativizar la dignidad del hombre (fin) para convertirlo únicamente en instrumento (medio). Es fundamental estar siempre atentos y denunciar cualquier intento que pueda mediatizar nuestra conquista mas preciada, la dignidad de todo ser humano.

1 comentario:

José Gabriel Ortega Paredes dijo...

Inivestigo sobre las Actividades Socioeconómicas desde mi área, la Contabilidad.
El Fin de cada una, solo es posible con Medios que ya no podrán serlo para otro fin (con el mismo acero o un arado o un cañón).