domingo, 26 de diciembre de 2010

De Río de Janeiro a Cancún: ¿Hacia donde vamos?


¿Cuántas veces ha tenido usted que enjugar el sudor de su frente ante el incesante calor de medio día? ¿Cuántas otras ha intentado explicar, a quien vuelve después de tiempo a la ciudad, porque el Misti ya no posee nieve o cuando la tiene, esta dura apenas unos días? ¿Finalmente, en cuantas ocasiones ha desarrollado una respuesta frente a la ausencia de lluvias en aquellos meses que nos tenían acostumbrados a ver convertidas las estrechas calles del centro en ‘ríos’ que había que surcar dando saltos de aquí para allá? Para todas estas situaciones es muy probable que la respuesta, aún cuando no lleve consigo la debida argumentación científica, haya sido la misma: es por el calentamiento global.

Este fenómeno mundial, cuya causalidad para explicar los problemas climáticos es utilizada por muchos (aunque, en algunos casos, no haya necesariamente una relación directa) hace pocos días fue abordado nuevamente en la Cumbre Mundial contra el Cambio Climático de Cancún (COP 16, por sus siglas en inglés)). Esta reunión, que convocó a representantes de 194 países, ha puesto en discusión las necesidades más urgentes para ‘enfrentar’ los efectos del calentamiento global. No es gratuita la palabra ‘enfrentar’, ya que en opinión de muchos expertos, el cambio climático es inminente y lo único que resta por hacer frente a una realidad irreversible es atenuar los efectos mas dramáticos que apenas estamos empezando a sentir. De hecho, nuestro país, es de los primeros en lista entre los más afectados por esta larga serie de desafortunados desastres naturales que parecen venir. (1)

Los resultados de la COP 16, sin embargo, no son nada alentadores en relación al instrumento jurídico internacional que pretendían reemplazar y que está por caducar: el Protocolo de Kyoto. Este acuerdo internacional se encuentra dentro de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, suscrito en 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Kyoto dio en 1997 fuerza vinculante a la Convención y pretendía obligar a los Estados firmantes del mismo a reducir gradualmente la emisión de gases contaminantes (el más conocido de ellos el CO2) principales causantes del efecto invernadero que genera el calentamiento global. Incluso se fija un porcentaje de reducción de 5 % al año 2012, fecha en que deja de tener vigencia.
Pero, ¿Fue unánime la aceptación de Kyoto? Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó. Incluso, en el año 2001 en el gobierno de Bush se retiró del acuerdo porque consideraba que su aplicación era ineficiente. Las cifras, sin embargo, condenaban a la potencia que consume 25 % de la energía fósil del planeta (petróleo, gas y carbón) y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo, gases que el acuerdo precisamente busca reducir. Después del Kyoto todas las cartas parecían jugarse en la COP 15 celebrada en la ciudad danesa de Copenhague en el año 2009. El objetivo de esta cumbre era aprobar un acuerdo que reemplace al de Kyoto a partir del 2012. Incluso pretendía que en el documento final se establezca una reducción mundial de la emisión de CO2 en 50 % en el año 2050 respecto a 1990. No obstante, nuevamente se produjeron tensiones entre los países desarrollados y los en vías de desarrollo. Los primeros argumentando que una reducción en esos niveles afectaría seriamente su nivel de vida, basado fundamentalmente en el uso de energía fósil. Los segundos (entre ellos China e India) porque una reducción en esos niveles afectaría seriamente su crecimiento económico. Al final de la cita, se formalizó un acuerdo que establecía reducir la emisión de gases contaminantes para que el aumento de la temperatura mundial no sobrepase los 2 ºC, sin establecer claramente el como hacerlo.

La COP 16 no parece haber cambiado mucho esta dramática tendencia que viene desde Copenhague. Se respeta este acuerdo de no sobrepasar los 2 ºC, pero también contempla la creación de un "Fondo Verde", que pretende recoger y distribuir US$ 100.000 millones al año hasta el 2020 para apoyar los esfuerzos de adaptación al cambio climático en los países más pobres y facilitar el uso de tecnologías no contaminantes. Además, la reducción antes de 2020 de los gases de efecto invernadero entre un 25 y un 40% con respecto a los niveles de 1990 y la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD), programa que busca reducir las emisiones de carbono mediante el pago a las naciones en desarrollo para que detengan la tala de sus bosques.

Sin embargo se cuestiona lo arbitrarios que pueden ser los 2 ºC fijados como límite (2ºC en un lado del planeta pueden ser 3,5ºC en otro como argumentaba el representante de Sudán, cifra que podría destruir la economía y el modo de vida de muchos pueblos) el manejo de los recursos del Fondo Verde (con el Banco Mundial de por medio), la equidad en la distribución de los ingresos de REDD y si finalmente este acuerdo será legalmente vinculantes. La siguiente cita es en Durban (Sudáfrica) donde esperamos que estas preguntas puedan contestarse. No podemos darnos el lujo de seguir haciendo esperar al planeta.
(1) Para una lista detallada de los efectos del cambio climático en el país puede visitar: http://www.pucp.edu.pe/climadecambios/index.php?tmpl=menu_cp&id=55 (Última consulta: 20 de diciembre de 2010)

No abrir. Peligro de entrar en otro mundo


No abrir. Peligro de entrar en otro mundo (Arequipa, 2010) es un libro de cuentos que fue presentado hace pocos días en un auditorio del Colegio de Abogados de Arequipa. Esta es una publicación de un grupo de voluntarios llamados Hormigas Rojas, que es apoyado por el Observatorio de Prisiones de Arequipa (OPA). Hasta aquí, el amable lector se preguntará: Bueno ¿y que es lo novedoso de todo esto? Pues la novedad está en que el libro ha sido escrito por niños y jóvenes recluidos en un albergue de nuestra ciudad. Varios elementos valiosos me gustaría comentar de esta bella publicación cuya originalidad va de la mano con el esfuerzo que han realizado todos aquellos detrás de los niños que ayudaron a pulir este bello cuadro lleno de palabras y colores.
Llama mi atención, inicialmente, el tipo de metodología que fue empleada a lo largo del proceso de elaboración de los relatos. La relación horizontal entre voluntario y los chicos del albergue facilitó este difícil trabajo de construcción. Sumado a ello, el pensamiento crítico, que se persigue denodadamente a lo largo del texto, es una buena manera de educarnos para la vida y no aceptar la realidad tal y como nos las han presentado, sin hacerle algunas buenas preguntas o observarla también con nuestros propios ojos, sin necesitar siempre de mediadores. La gramática de la fantasía, es otra de las herramientas puestas al servicio de este trabajo. Este ejercicio libre y liberador, propone articular palabras aparentemente inconexas entre si, juega con los absurdos y nos permite construir historias donde todo parece desordenado y sin posibilidad de establecer vínculos.
No abrir se convierte en un texto valioso en el sentido que representa adecuadamente las palabras (de allí que los jóvenes reclamaran incluso porque no se había incluido mas jergas), los lugares (uno de los mas característicos es el mercado San Camilo), las imágenes, las personas y los poderes que ellos quisieran tener. Uno de los atractivos más importantes del libro es el aparente desorden en el que esté escrito. No hay, como clásicamente se espera, un inicio al comienzo o un final al “final”, para decirlo de alguna manera. Mas bien, si hay un mapa, que permite seguir todas las aventuras de Yoel y Estrella, la chica bella, e ir saltando de aquí para allá (al estilo de Rayuela de Julio Cortazar), buscando las claves en los Walkie Talkies, que son unos aparatos también creados por los niños que les permiten ir de un lugar a otro, detener el tiempo, poder volar y desaparecer cuando ellos quieran.
Quisiera transcribir un breve texto del libro que me parece especialmente representativo de todo el conjunto: “Yoel apareció en la puerta del mercado San Camilo donde Nelly y su hermanito Giancarlo vendían choclos, los dos se sorprendieron al verlo salir de la nada y huyeron asustados arrastrando su carrito. Nuestro protagonista, acostumbrado a que la gente se asuste decidió buscar un trabajo entonces ingresó al mercado y se acerco a la tienda de Don Pancho y le pregunto si tenía alguna chamba para el. ¿Por qué quieres trabajar? Pregunto Don Pancho. Es que estoy misio…Sin embargo Don Pancho lo rechazó y a Yoel no le quedó otra que seguir buscando”
Algunas ideas que, personalmente y no en afán psicológico, parecen recorrer transversalmente los cuentos: La gente se asusta al verlos, ellos salen corriendo frente a una situación en la que tuvieron participación directa o indirecta, no tienen dinero pero si necesidades (alimento, internet) y una relación casi siempre tirante con adultos. Creo que estas acciones y actitudes son una clave importante, no solo para entenderlos mejor, sino para poder entendernos y mejorar la relación que hemos desarrollado con los niños y jóvenes, de manera especial, aquellos en situación de riesgo o privados de su libertad. Como se ven ellos mismos,” si la gente se asusta cuando los ve”, como enfrentan ellos sus propios temores, “si salen corriendo”, como satisfacen sus necesidades “si no tienen dinero” y como se relacionan con aquellos que deciden como y donde van a vivir. Es importante resaltar que la libertad (salir volando, el escape final) podría convertirse en el valor e incluso la aspiración permanente, la posibilidad de ser y estar en algún otro lugar que no sea este, donde sea un poco más feliz.
Finalmente una reflexión sobre el voluntariado de Hormigas Rojas que lleva 8 años de trabajo. Un tiempo así, en términos de voluntariado, es un tiempo fantástico. Digo esto porque, desgraciadamente y de manera particular en esta época navideña, es cuando recordamos que podemos hacer algo por el hermano. Es más, no dudo que estas semanas previas a las fiestas de fin de año, los niños y jóvenes terminarán hastiados con tanto chocolate, panetón, festejos, que incluso se darán el lujo de elegir entre una marca u otra, o entre un regalo barato de una aparentemente más caro. No dudo de las buenas intenciones de personas e instituciones que se movilizan en esta época, pero ¿que pasan los otros 11 meses del año? Esta mirada coyuntural de voluntariado, muchas veces confundida con el asistencialismo, puede terminar pervirtiendo iniciativas sostenibles, duraderas y mas constructivas como el voluntariado que proponen las hormigas rojas.